Título: El rapto de Santa Elena II |
Estaba una niña bordando corbatas
con aguja de oro y dedal de plata,
pasó un caballero y la pidió posada.
–Si mis padres quieren, yo, de buena gana–.
Llegaron sus padres, le dieron posada,
en el mejor cuarto pusieron la cama.
A la media noche se levantó,
de las tres hermanas, la más guapa escogió,
la llevó al monte y allí la violó,
sacó un puñal de oro y allí la mató.
A los pocos años por allí pasó
pidiendo posada y allí se albergó
y el posadero, que lo conoció,
en el mejor cuarto, allí lo cerró.
–No grites, canalla, cruel carnicero,
que con tu pellejo voy a hacer un pandero–.
Sacó un puñal de oro y allí lo mató,
sacó otro de plata y allí lo dejó.
La informante no recordaba todos los versos del romance y se ayudó de las anotaciones que tiempo atrás hizo al recordar los saberes de su abuela Benita.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.