Riojarchivo

 

Título: Las señas del esposo XII
Clasificación: Romancero
Localidad: Calahorra
Informante: María Cruz Hernández Lorente (14-9-1918)
Recopilador: Javier Asensio García
Catalogación: IGRH 0113
OTIT: La vuelta del marido
Lugar y fecha de recogida: Calahorra, 18 de mayo de 2003

 

La otra tarde salí al campo      a recoger mis haciendas,
me encontré con un soldado      que venía de la guerra.
Yo me acerqué a preguntarle      si venía de la guerra.
–De la guerra vengo, sí,      ¿tiene usted a alguno en ella?
–Tengo yo a mi maridito      hace tres años en ella.
–Si me diera usted las señas      acaso lo conociera.
–Tiene ojos de galán      y carita de doncella,
el caballo rubio y blanco      la silla dorada y bella.
–Su marido ya murió,      yo le encendí las candelas
yo le abrí la sepoltura,      yo le ayudé a entrar en ella.
–¡Ay, Dios mío, qué hago yo,      tan joven en mala seña!,
y estas tres hijas que tengo      yo las mandaré a la guerra,
que se traigan a su padre,      muerto, vivo o como sea.
Al otro día siguiente      el soldado a casa llega.
–Buenos días, mi señora.      –Buenos días, muy buenos sean.
–Aquel soldado era yo.      –¿Por qué no m’has dicho que eras?
–Es que quería saber      si eras mala o eras buena.
Te tengo vestir de oro,      te tengo vestir de seda,
te tengo vestir de oro,      de los pies a la cabeza–.

Quizás Crucita nunca fue consciente de lo bien que cantaba los romances y canciones tradicionales que llegaron a sus oídos, la mayoría aprendidos de su madre, la señora Dolores de la calle del Cabezo. Cuando en la entrevista se arrancaba a cantar lo hacía con las viejas cadencias del romancero y es un verdadero deleite el escucharla.

Publicado en:

  • Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008. Incluido en los CDs que acompañan a esta publicación.