Título: Las cinco llagas IV |
Jueves Santo, Viernes Santo, días de mucha pasión,
días que crucificaron a Cristo Nuestro Señor,
por los pies echaba sangre, por las manos tanto más,
pasó por allí su madre y se la quiso limpiar.
–Madre mía, no me limpie, que me hace usted tanto mal,
que estas son las cinco llagas que yo tengo que pasar,
por los vivos y los muertos y toda la cristiandad–.
Si me da usted una limosna en el cielo la hallará.
La coletilla final, «Si me da usted una limosna…» nos revela que antiguamente este romance debía ser cantado o recitado por las calles de Entrena la tarde de Jueves Santo, en boca de niños pedigüeños o pobres, como así hemos recogido en otros lugares. La informante no recordaba tal hecho pero parece ser que el canto de romances religiosos para pedir limosna era habitual en Semana Santa.
Publicado en:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.