Título: El cura, el ama y las tenazas II |
«Ese era Calixto de Munilla, el albardero, en Torre o en San Román de Cameros. Y fue a la casa del cura y allí hacía las albardas del campo. Y le dice al ama, que se llamaría María o Julia y le dice:
–Oye, tú te quedas con el cura, ¡eh!
–Anda, Calixto, no digas eso. No digas eso, no se te ocurra ¡eh!
–A esta pájara la vo(y)a deshilar yo.
Y tenía una cama pal cura y otra pa ella, distintas. Agarró la tenaza de la cocina y en la cama del cura le metió la tenaza. Y al tiempo volvió y le dijo (ella):
–Calixto, ¿no verías tú las tenazas por la cocina? ¡eh!
–Pues no me acuerdo yo. Yo no.
Y le dice (él):
–Sube, sube conmigo.
Levanta la cama patrás y le dice:
–Míralas. Decías que no te quedabas con el cura ¡eh, pájara!
¡Ahá, y áhi l’agarró, áhi l’agarró!»
Este cuento sobre curas y amas es frecuente en La Rioja. Pese a que los informantes aportan datos concretos sobre el nombre de los personajes -que realmente existieron- y el lugar donde supuestamente ocurrieron los hechos, no son más que cuentos, un motivo folklórico que se repite aquí y acullá sin base alguna. Tienen que pasar bastantes años para que estos chascarrillos tomen cierto aire de verosimilitud. Si el lapso de tiempo entre la muerte de los personajes y la narración fuera más corto habría personas que lo desmentirían y el relato perdería su gracejo.
Publicado en:
- Javier Asensio García, Cuentos riojanos de tradición oral, Piedra de Rayo, Logroño, 2004.
Bibliografía:
- Antonio Lorenzo Vélez, Cuentos anticlericales de tradición oral, Ámbito, Valladolid, 1997.