Título: Jota de los quintos de Grávalos |
Los quintos de Grávalos tenían por costumbre salir tres días al año para pedir chorizos, huevos y dinero y organizar así una buena comida. Las quintas les acompañaban con un burro y en él iban depositando todo lo que recogían.
En los viejos tiempos eran músicos de cuerda los que componían la ronda de los mozos, el tío Reminga y Pedro con la guitarra, un violín y los huesillos del tío Currusca.
Grávalos es un pueblo muy musical y a mediados del siglo pasado los músicos de viento -que hubo muchos- sustituyeron a la ronda de cuerda. Saxofones y trompetas, bombo, platillos y redoblante han salido hasta hace poco a tocar por las calles la conocida jota de los quintos, aun después de que el servicio militar dejara de ser obligatorio.
Sarara retomó el toque de los huesillos, ese instrumento de percusión hecho con una rastra de huesos de cordero raspado con un par de castañuelas. Con él nos recreó la tonadilla de los quintos y tres coplas de jota.
Yo venía de regar
y estabas en la ventana
y me hicistes una seña
que estabas sola y que entrara.A esta Virgen tan bonita
le tengo que regalar
una corona de plata
por la salud que me da.No sé cómo despedirme
para despedirme bien,
me despido de la Virgen
y de San José también.