Título: Al cañaveral espeso |
Al cañaveral espeso de la orillita del mar
para hacer una zambomba una caña fui a cortar
que esta noche es Nochebuena y tenemos que cantar
al niño Jesús nacido de Belén en un portal
para redimir al mundo de todo pecado y mal.
Retumba, zambomba alegre, retumba para llamar
a pastores y zagalas que prestos han de llegar
y juntos iremos todos contentos a celebrar
la noche más pura y bella y al niño Dios adorar.
En el portal de Belén está Jesús dormidito
velando por nuestro bien con su poder infinito
la mula y el buey le alientan para que no pase frío
con Jesús en el pesebre estará el corazón mío.
Vamos, vamos, vamos, vamos a Belén
a adorar al Niño la flor del edén.
Vamos, vamos, vamos, vamos sin tardar
a adorar al Niño que ha nacido ya.
Se trata de un villancico de origen culto. Monjas y sacerdotes se involucraban en la composición de villancicos para ser cantados en la misa de Nochebuena. Tuvieron el tino de hacerlo con un lenguaje muy popular, de tal manera que fuera de fácil memorización. Muchos de estos villancicos se cantaban exclusivamente en la iglesia, mientras que por las calles los niños preferían cantar aguinaldos con letras y tonadillas más tradicionales y en casa, niños y mayores cantaban romances y villancicos igualmente avalados por la tradición.
Aguilar del Río Alhama forma parte de una comarca de muy viva tradición zambombera. Este villancico habla precisamente del cañaveral a donde iban a cortar el carrizo para construir las zambombas, está por tanto muy bien incorporado al repertorio musical de la localidad, en labios de una mujer, Julia La Bolo, con un gusto exquisito para el canto.
Bibliografía:
- Javier Asensio García y Helena Ortiz Viana, La navidad riojana, Piedra de Rayo, Logroño, 2005.