Título: Las señas del esposo IX |
Estaba la coronela a la puerta del cuartel,
pasó por allá un soldado: –Coronela, ¿qué hace usted?
–Esperando a mi marido que se marchó con usted.
–Señora, deme las señas que yo lo conoceré.
–Mi marido es un buen mozo, alto, rubio, aragonés
y en la punta de la lanza lleva un pañuelo bordé,
que lo bordé cuando niña, siendo niña lo bordé
y los que yo le he bordado y los que le bordaré.
Ese hombre que usted ha dicho lo mataron hace un mes
y lo mataron en Francia a la puerta de un cuartel,
murieron siete varones, caballeros trenta y tres
y en el testamento dijo que me case con usted.
–Eso sí que no lo hago, eso sí que no lo haré,
siete años he esperado y otros siete esperaré,
si a los catorce no viene, yo monja me meteré
y el hijo que Dios me ha dado a Él lo consagraré.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.
- Luis Hernáez Tobías, “Romancero caballeresco en La Rioja” en Berceo, revista del I.E.R., nº 19, Logroño, 1951.