Riojarchivo

 

Título: El retrato de la dama
Clasificación: Cancionero, romancero
Localidad: Valgañón
Informante: Antonio Crespo Crespo, Carpanta (29-6-1940) y David Rojo Bañares (13-9-1986)
Recopiladores: Helena Ortiz Viana y Javier Asensio García
Lugar y fecha de recogida: Valgañón, 9 de septiembre de 2019
Catalogación: IGRH 0548
OTIT: El retrato

 

Padrenuestro      que estás en los cielos,
qué niña tan guapa,      qué trenza de pelo.
Santificado      sea tu nombre,
qué bien te lo peinas,      mejor te lo pones.
Esos dos ojitos      que son dos luceros
que cuando alumbran      todos tus amores,
esa naricita      que son dos cañones
que cuando disparan      tiemblan las naciones.
Esa boquita      que es un picaporte
que cuando se cierra      yo recibo el golpe.
Esas dos tetas      son dos fuentes claras
donde yo bebiera      si tú me dejaras,
esa barriguita      es una pelota
que a los nueve meses      por debajo explota.
Esos muslitos      son dos caballitos
donde yo me monto      algunos ratitos.
Ese tu coño      es un monedero
donde yo me gasto      todo mi dinero.
Este Padrenuestro      y esta Avemaría
se los contaremos      a tía María.

Antonio y David aprendieron este Retrato de la dama de un viejo pastor que hubo en Valgañón, una canción tradicional que deriva en sus versos finales hacia el erotismo. Como es habitual, el retrato comienza por la cabeza de la chica y va enumerando varias partes de su cuerpo. Al describir la nariz y la boca aparecen analogías militares, como si la conquista amorosa tuviera connotaciones bélicas. Después de beber el agua clara de los pechos de la dama el protagonista nos da a entender que ha vencido en su particular lucha.

Ya en el bíblico Cantar de los cantares aparece el retrato de la mujer amada. En el año 1513 se publicó en la Imprenta de Guillén de Brocar de Logroño la Égloga de la Tragicomedia de Calisto y Melibea, de Pedro Manuel de Urrea, una adaptación en verso de La Celestina, en la que aparece uno de estos retratos amatorios. Lope de Vega se dejó llevar por esta corriente y comenzó una de sus letrillas de esta guisa:

Los ojos verdes, rasgados;
pestañas luengas, aozadas,
cejas delgadas y alçadas,
que a todos darán cuydados.
La nariz tiene mediana;
en la boca pequeña y sana,
los dientes blancos, menudos,
qu’es para tornarnos mudos
tanta gracia della mana.

Estos y otros versos y canciones cultas llegaron al pueblo llano que las hizo suyas y tradicionalizó. Tal es el caso que nos ocupa y otros que hemos hallado en la tradición riojana.
 

 

Informante: José Manuel Garrido Crespo, Garri (15-4-1947)
Recopiladores: Helena Ortiz Viana y Javier Asensio García
Lugar y fecha de recogida: Valgañón, 14 de octubre de 2019

 
Bibliografía: