Título: Enramadas en La Avellaneda y Torremuña de Cameros |
Ya se van los quintos, madre,
ya se va mi corazón,
ya se va quien me tiraba
chinitas en el balcón.Por esta calle que vamos
echan agua y salen rosas
y por eso la llamamos
la calle de las hermosas.Majo, si vienes a verme,
átate las alpargatas,
porque tengo una vecina
que a todos les pone faltas.Si supiera que cantando
daba gusto a mi morena,
toda la noche cantara
y a la mañana durmiera.Si me quieres, dímelo,
si no dime que me vaya,
no me tengas al sereno
que no soy cántaro de agua.Dicen que ha dicho tu madre
que tienes un olivar,
lo que dice tu madre
es que te quieres casar.He recorrido la España
y parte del extranjero
y lo que más me ha gustado
es Torremuña en Cameros.Si yo tuviera tres mulas
y cebada para echarles,
entonces, niña bonita,
ya me quisieran tus padres.En La Rioja como hay agua
se crían los ababoles
y en Torremuña en Cameros
chavalitas como soles.Tienes la casa en esquina,
ventana a todos los aires,
eres la mejor chavala
que se pasea en el baile.Si supiera que cantando
te había de conseguir,
te echaría más cantares
que tejas tiene Madrid.En la escalera te di
un beso muy despacico,
pero se enteró tu madre
que oye mejor que un tisico.Dicen que ha dicho tu madre
que yo para ti soy poco,
iremos a la alameda
y cortaremos un chopo.El camino de Lajuan
lo pasean dos galantes
por ir a la Avellaneda
a ver a sus dos amantes.Las mozas de Torremuña
sienten un poco de envidia
porque los mozos del pueblo
se van con las de Larriba.Ya sé que estás en la cama,
ya sé que durmiendo no,
ya sé que estarás diciendo
ese que canta es mi amor.Cuando querrá Dios del cielo
que nos veamos los dos,
uno encima del otro
y un clavito entre los dos.Yo quisiera ser clavito
donde cuelgas el candil
para verte desnudar
y a la mañana vestir.Todas las suegras son malas
y la mía es un demonio
que no tiene cuatro pelos
y quiere que le haga moño.Desde que salió la moda
de echar las suegras al mar,
la mía, la puñetera,
está aprendiendo a nadar.No quisiera ser mujer
por no llegar a ser suegra
y me revienta ser hombre
por tener tratos con ella.Un automóvil pasó
veloz por la carretera
y atropelló a una gallina,
ojalá fuera mi suegra.Yo no sé por qué a las suegras
se maltratan de ese modo,
si al fin y al cabo son madres
y madres tuvimos todos.
Vidal Moreno, de Torremuña de Cameros, conoció las canciones de enramar a las mozas en su pueblo natal y también en La Avellaneda a donde fue a cortejar a su querida Piedad atravesando el camino Lajuan: «El camino de Lajuan lo pasean dos galantes por ir a la Avellaneda a ver a sus dos amantes». La enramada y el cortejo tuvieron su fruto ya que Vidal y Piedad se hicieron novios y se casaron. De La Avellaneda y Torremuña, esta animosa pareja bajó a vivir a Logroño donde regentaron una pensión en la calle San Agustín y allí ofrecieron un trato exquisito a sus huéspedes.
La tonadilla de las enramadas de ambos pueblos es idéntica y común a otros lugares del Camero Viejo. También es conocida en el resto de La Rioja al popularizarla durante la transición el trío Carmen, Jesús e Iñaqui: «Ya se van los quintos, madre,…»
Bibliografía:
- Bonifacio Gil García, Cancionero Popular de La Rioja, edición del C.S.I.C. y de la CCAA de La Rioja, Barcelona, 1987.