Título: El labrador se finge el sordo y se come la liebre II |
El tío Iguala
«Estaba un hombre labrando y vio que unos cazadores le habían tirado a una liebre que venía por allí acobardada. Y él la cogió y la metió en las alforjas. Y vienen los cazadores y él se imagina: A lo mejor me dicen que qué tal lo hacen los machos. Y les diré que no igualan. Tira el uno, tira el otro pero na. Y vienen y dicen:
–Oiga, buen hombre, ¿ha visto usté por aquí una liebre?
–Pues no igualan, le pego al blanco, le pego al negro y nada, no hago nada, navegan poco y que no igualan.
–Que no le decimos eso, que si ha visto paquí una liebre.
–Que ya le digo que no igualan. Le pego al uno, le pego al otro y como si callaras.
Cansos ya de hablale dice: vaya, vaya, vamos a dejalo.
Al otro día vuelven otra vez y se decían: ¡Vamos a reinos un poco con el tío Iguala!.
Y salen y le dicen:
–Oiga, tío Iguala, ¿igualan o no igualan?
Y él se queda parao y les dice:
–Si igualan o no igualan,
entre mi mujer y yo no pudimos rematala (la liebre).»
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Cuentos riojanos de tradición oral, Piedra de Rayo, Logroño, 2004.