Riojarchivo

 

Título: La mala suegra V
Clasificación: Romancero
Localidad: Villamediana de Iregua
Informante: Ovidia Luezas Lapuente (30-6-1920)
Recopilador: Javier Asensio García y Helena Ortiz Viana
Lugar y fecha de recogida: Logroño, 6 de agosto de 2001
Catalogación: IGRH 0153

 

Se pasea Guillermina      por la sala de adelante
con dolorcitos de parto      que el corazón se le parte.
Entre dolor y dolor      Guillerma reza la salve.
–¡Oh, quién estaría ahora      en la casa de mis padres!
¡Oh, quién estaría ahora      allá arribita en el valle!–.
La pícara de la suegra      que escuchándoselo estare:
–Ya te puedes ir, Guillerma,      ya te puedes con tu madre
cuando venga Pedro (d)el campo      yo todo le contare–.
Ya viene Pedro del campo      preguntando por Guillerma
que no ha salido a esperarle      ni al camino ni a la senda.
–Guillermina se ha marchado      a la casa de sus padres
Guillermina se ha marchado      allá arribita a aquel valle
me ha tratado de mala suegra      hasta el último linaje
y por últimas me ha dicho      que eres hijo de un mal padre.
–Eso no habrá dicho, madre,      salga la tierra y me trague.
–Eso ha dicho, conde mío,      eso le ha dicho a tu madre.
–Ropa limpia, ropa limpia,      ropa limpia pa mudarme–.
Coge Pedro sus caballos      con sus criados delante
y al llegar a la ciudad      se encuentra con un compadre:
–Bienvenido seas, Pedro,      ya tenemos un infante.
–El infante crezca mucho      Guillerma que se levante.
–No querrá el rey del cielo      ni la Virgen Trinidad
mujer de una hora parida      y que le hagas levantar.
–Levántate de ahí, Guillerma,      antes que otra vez lo mande
levántate, Guillermina,      que no quiero molestarme.
–No me levantaré, Pedro,      sin permiso de mis padres.
–Levántate, hija mía,      tu marido antes que padres.
–¿Dónde quieres ir, Guillerma,      a la grupa o adelante?
–Atrás para no caerme      alante por no mancharte
por los caminos que vamos      parecen rosas de azafranes–.
–Prepárate, Guillermina,      he pensado de matarme
dime, dime, Guillermina,      qué le has dicho tú a mi madre.
Le has tratado de mala suegra      hasta el último linaje
y por último le has dicho      que soy hijo de un mal padre.
–Si eso he dicho, conde mío,      salga la tierra y me trague
si eso he dicho, conde mío,      que el recién nacidito hable–.
Y el recién nacido habló      y le dijo: –Padre, padre
es un falso testimonio      que mi abuela levantare.
–¿Quieres, quieres, Guillermina,      quieres que mate a mi madre?
–No quiero, no, conde mío,      no quiero que muera nadie
ya que yo muero por ella      que por mí no muera nadie–.
Y aquel mismo día murieron      Guillerma, el hijo y la madre.

Versión muy completa y de gran nivel poético de este romance de tragedia intrafamiliar. Utiliza la arcaica «e» paragófica final, «estare», «contare», como un recurso para ajustar la asonancia de sus versos.