Título: Al consumirse las llamas |
Las monjitas se van a acostar
y la madre abadesa se queda a cerrar.
Se decía cuando se terminaba de consumir un papel echado a la lumbre, según se iba apagando. Las llamitas que se consumían eran las monjas; la madre abadesa era la última que se apagaba, una analogía de cerrar la puerta del convento para la mágica mentalidad infantil.
Esta rara formulilla parece tener bastante antigüedad. El diccionario de autoridades del año 1734 dice de la palabra Monjas: «Llaman los muchachos a aquellas centellas pequeñas que quedan quando queman un papel, y se ván apagando poco a poco.»
Bibliografía:
- José Manuel Fraile Gil y Javier Asensio García, «Fórmulas y ritos en torno a la lumbre» en Revista de Folklore, Ediciones de Caja España, nº 332, Valladolid, 2008. https://funjdiaz.net/folklore/07ficha2.php?ID=3325