Título: Imitando a la cogujada |
Pastor judío, pastor judío,
ábreme la puerta que tengo frío.
Recuerdos de tiempos en los que había una mayor convivencia entre el hombre y los pájaros. El pastor estaba atento al canto de la cogujada e imaginaba que hablaba con él. Hoy estamos más alejados del medio rural pero hay cierto interés por recobrar el contacto con la naturaleza. Aumenta el número de ornitólogos y aficionados a la observación de las aves mientras desciende el número de cazadores. Recomendamos muy encarecidamente a quienes se adentran en el conocimiento de los pájaros que hagan caso a la musicalidad de estas fórmulas. Si nos aprendemos este dicho con su entonación característica: «Pastor judío, pastor judío…» un día que vayamos por el campo atentos a los sonidos de la naturaleza se lo oiremos a un ave pequeña, del tamaño de un gorrión, con un penachito en la cabeza y parduzca como las zonas esteparias donde suele habitar: es la cogujada que nos quiere enseñar el dicho del pastor judío.
Bibliografía:
- Antonio Pestana Salido, Las aves ibéricas en la cultura popular, Tundra, Valencia, 2009.