Título: Las ratas de la tía Pichona |
En casa la tía Pichona están las ratas del pueblo,
no quiere que se las maten, las tiene pa su gobierno,
se meten entre los cestos y no saben dónde ir
y la Pichona les dice:
–Coger esa calle ailante hasta casa del zahoril.
Alfredo Álvarez, conocido en Igea como el Zorro, es un maestro jubilado y algo más que un amante de la naturaleza. Es probablemente el mejor conocedor in situ de plantas, pájaros y animales de La Rioja. Parte de sus saberes, que incluyen los vernáculos de la localidad, los ha compartido en una web que citamos más abajo.
Conserva en su memoria algo muy valioso: la forma como los niños se dirigían a los animales. Así, imitaban el canto de los gorriones con una mimología:
Chirro, charro, la cebá del tío Miñarro.
¿Es trigo, es cebá o es avena? Pues vamos a verla.
Indicaban a las cornejas el lugar donde depositaban los animales muertos para que fueran allí a carroñear:
Cuervo, cuervo molinero, tu padre está en Fitero,
tu madre en La Cañá, cua, cua, cua, por allá se va.
Estos dichos vienen de muy antiguo y nos llevan a un tiempo en que el hombre mantenía una relación más cercana con la naturaleza. Se han conservado gracias al recuerdo de algunos informantes excepcionales, como Alfredo, que tuvieron en su infancia -y actualmente- ese contacto con el medio natural.
También las ratas estaban presentes en la vida del pueblo. Cuadras, bajeras y bodegas eran frecuentemente visitadas por los roedores. Cuando los niños las veían se acordaban de la tía Pichona y de unos versos antiguos con los que la tal señora mandaba a las ratas a casa de un zahorí -zahoril o zahuril en el habla local-.
Bibliografía:
- Joaquín Díaz y Carlos Porro, Los animales. Ser y estar en Castilla y León, Barlovento músicas, Urueña (Valladolid), 2005.
Referencias:
https://sites.google.com/site/patrimoniodeigea/entorno-natural