Título: Para espantar a los gorriones del sembrado |
“Y mi padre nos recordaba que él, siendo niño, iba con otros a cuidar el sembrado de cáñamo o lino pues los pájaros venían a comerse la simiente. ‘Llevábamos unos cencerritos para asustarlos, y tocando los cencerritos, les cantábamos:
Os, os, pajarito gorrión,
coge un granito y vete con Dios.”
Esta fórmula es similar a la que en 1629 puso en boca de San Isidro uno de sus hagiógrafos, Gerónimo de Quintana. Sembrando, el santo madrileño ofrecía parte de la semilla a Dios, las aves y las hormigas diciendo:
En nombre de Dios, esto para Dios y esto para nos,
esto para las aves y esto para las hormigas.
Años después, en 1671, otro biógrafo del santo, el logroñés Gregorio de Argáiz, al referirse a la ya publicada obra de Gerónimo de Quintana nos asegura que la fórmula atribuida al santo era tradicional entre los labradores: “En nombre de Dios, esto para Dios y esto para nos, esto para las aves y esto para las hormigas. Todo vendría por tradición y así las creo porque en la boca de los buenos y cristianos labradores son muy comunes y antiguas.” Quizás conoció la fórmula en su Rioja natal.
Referencias bibliográficas:
- Hilario Pascual González, Historia de la villa de Hornos de Moncalvillo (La Rioja), edición del autor, 2010, página 51.
- Gerónimo de Quintana, Historia de la antigüedad, nobleza y grandeza de la villa de Madrid, 1629; edición facsimilar de Marcos Real Editor, Madrid, 1986, folio 118.
- Gregorio de Argayz, La soledad, y el campo laureados por el solitario de Roma y el labrador de Madrid, San Benito y San Isidro, edición de Francisco Nieto, Madrid, 1671, página 135.