Título: Lázaro y el rico |
El sacerdote, arqueólogo e historiador riojano Hilario Pascual es también portador de una rama romancística interesante pero casi extinguida de su pueblo natal, Hornos de Moncalvillo, donde todo indica que hace cincuenta o cien años el romancero vivió una gran pujanza. Romances piadosos aprendidos de su abuela paterna que se los recitaba cuando acostaba a su nieto entre sábanas de lino. Romances piadosos que cantaba El tío Pinto en las procesiones y también en Navidad y Reyes. Romances casi olvidados, recordados fragmentariamente como éste de Lázaro y el rico, que aparece en La Rioja y que cuenta con muy pocas versiones conocidas en el resto de España, no llegará a la docena y casi todas en la provincia de Segovia. En Portugal este romance es más conocido. Tanto las versiones españolas como las portuguesas están muy emparentadas con una balada europea que recrea la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro.
La tradición popular llama Domingo de Lázaro al domingo anterior al de Ramos, día en que se lee la citada parábola en la iglesia.
Lázaro se hizo pobre para el Señor bien servir
y a la casa del rico hombre limosna llegó a pedir.
El rico hombre está comiendo sus gallinas y capones.
–No vengo a por sus gallinas ni vengo a por sus capones
que vengo a por las miajitas que usted tiene en los rincones.
–Yo tengo perros lebreles que las sabrán recoger,
¡salgan mis perros lebreles a don Lázaro a morder!-.
Salen los perros lebreles, fueron más humildes que él
que se hincaron de rodillas sus heridas a lamer
…
y lo mandan al infierno y dice:
–Lázaro, Lázaro ven
que en vivas llamas me abraso por nunca haber hecho un bien.
Bibliografía:
- Maria Aliete Dores Galhoz, «O Romance popular sagrado ‘O rico avariento’: Tradiçao peninsular e comparaçao com a balada ‘Dives and Lazarus'», en El romancero. Tradición y pervivencia a fines del siglo XIX, Fundación Machado y Universidad de Cádiz, 1989.