Título: Silvana IV |
Se paseaba Silvana por su ventana florida
oye tocar la guitarra del cuartel de artillería.
Su padre que la escuchaba estas palabras decía:
–Ven aquí, hija Silvana, que esta noche serás mía.
–No lo quiera Dios del cielo ni la Virgen que nos guía
que hay un Dios en los cielos que a los dos castigaría.
–Pero hay un padre en Roma que a los dos libertaría.
–Váyase de aquí a mi cuarto y hacia mi cama florida
que para dormir con un rey delgadita la camisa.
“Se va al cuarto de la madre, ella, y le dice a su madre:”
–Cúbrete este velo blanco y haste la desentendida
y vete ya hacia mi cuarto y hacia mi cama florida
que allí me espera mi padre con las manos extendidas–.
Ya se va ya hacia su cuarto y hacia su cama florida.
–Ven aquí, hija Silvana, que esta noche has de ser mía
si eres reina de los cielos yo te haré reina en Castilla.
–No soy reina de los cielos que yo soy la de Castilla.
–Si tuviera yo un puñal la cabeza rodaría
por no dejar disfrutar la hermosura de mis hijas–.
Carmen Díaz en su jardín florido
Publicado en:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.
- Javier Asensio García, «La tradición oral calahorrana (I). El Romancero» en Kalakorikos, revista de Amigos de la historia de Calahorra, nº 9, 2004.