La otra tarde yo salía      con mi caballo trotón
me encontré con unas damas      más relumbrantes que el sol.
Les pregunté dónde iban,      me dijeron que a un mesón
y al llegar a la posada      mi caballo relinchó
y al relincho del caballo      la posadera salió.
Pregunté si había cena,      me dijeron sí señor,
pregunté qué cena había,      dos gallinas y un capón,
las gallinas pa las damas      y el capón para el señor.
Pregunté si había vino,      me dijeron sí señor,
pregunté qué vino había,      dos botellas y un porrón
las botellas pa las damas      y el porrón para el señor.
Pregunté si había cama,      me dijeron sí señor,
pregunté qué cama había,      dos sábanas y un colchón
las sábanas pa las damas      y el colchón para el señor.
Una se metió en la orilla      y la otra se echa al rincón
y a mí me ponen en medio      como un pájaro culón.
Y una vieja que allá había      se tiró por el balcón
si no se llega a tirar      también le doy su ración.
Y aquí termina la historia      de las damas y el señor.

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• Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.