Título: Mandamientos del amor VII |
Los diez mandamientos santos vengo a cantarte, paloma,
para que los tengas siempre grabados en tu memoria.
En el primer mandamiento, la primer cosa es amar,
te tengo en el pensamiento y no te puedo olvidar.
En el segundo no jurar, yo hice mi juramento,
solo para que tú me dieras palabra de casamiento.
El tercero es oír misa, nunca estoy con devoción,
solo por pensar en ti, prenda de mi corazón.
El cuarto honrar padre y madre, el respeto les perdí,
no me hago caso de nadie, solo por quererte a ti.
El quinto es no matar, y yo no he matado a nadie,
si no, mataré una niña sino me la dan sus padres.
Señoritas que al balcón salís, meter las faltas p’adentro,
que hacéis pecar a los hombres contra el sexto mandamiento.
El séptimo, no hurtar y yo no he robado a nadie,
solo robaré una niña si no me la dan sus padres.
El octavo, no desear ninguna mujer ajena,
que la que deseo yo es pa casarme con ella.
El noveno, no levantar falso testimonio a nadie,
como a mí me lo levantan las chismeras de la calle.
Los diez mandamientos santos solo se encierran en dos,
en ir juntos a la iglesia para casarnos los dos.
Nos da la impresión que las diferentes tonadillas de los Mandamientos del amor o «Mandamientos santos» nos indican las melodías que circulaban por La Rioja antes de la llegada de las jotas de ronda.