Título: La novia abandonada del conde de Alba |
Hace siglos, no se sabe exactamente cuándo, un conde de la Casa de Alba dejó a su novia. Los lamentos de aquella chica todavía se sienten en el romancero de transmisión oral.
Las versiones recogidas en La Rioja están perfectamente acopladas al dialecto local: el condicional riojano “si… asistiría” no iba a corregirse en un romance cuyos versos vienen rimando en í-a.
Sofía estaba en su cuarto donde bordaba y cosía
asomada a su balcón ha visto al que más quería.
Sofía le hizo una seña de las que a costumbre hacía.
–Esperad, amigos míos, que me llama mi Sofía.
–¿Qué quieres, Sofía mía, qué quieres amada mía?
–Que me han dicho que te casas y a mí me dejas y olvidas.
–Si te han dicho que me caso no te han dicho la mentira
mañana son los programas y a convidarte venía.
–Si a convidarme venías poca vergüenza tendrías
y menos tendría yo si a tu boda asistiría–.
Al decir estas palabras Sofía cayó tendida.
–No pensé que mi Sofía tanto amor por mí tendría
le he ofrecido siete misas y no casarme en la vida
y morir también soltero como mi amada Sofía–.
Publicado en el libro de Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de rayo, Logroño, 2008.