Título: La loba parda IV |
Una noche muy oscura de relámpagos y truenos
había un pobre pastor recogiendo su manada.
Acudieron siete lobos y en medio la loba cana
dio tres vueltas al rebaño y no pudo sacar nada
y a la otra vuelta que dio le cayó a la manada.
Le quitaron la borrega negra.
–¡Arriba, perritos míos, y arriba, perra guadiana
que si me cogéis la borrega negra os daré ración doblada
y si no me la cogéis os daré con la cachava
que en andando siete leguas la loba ya va cansa–.
Anduvieron siete leguas todas en tierra llana.
–Toma la borrega negra, perra guadiana que te la he cogido en chanzas.
–No quiero la borrega negra [de tu boca maltratada] quiero la pelleja para el amo para guarniciones y mangas
y el rabo para un cordón–.
El curioso devenir del romance de la Loba Parda a lo largo y ancho del territorio hispano, sobre todo en las comarcas que alguna vez han practicado la trashumancia o cercanas a las cañadas Soriana Occidental y de la Vía de la Plata, nos deja versiones muy variopintas. Los pastores que alguna vez se juntaron en los pastizales del Serradero debieron contarse las hazañas de la loba y los perros con un íncipit muy particular «Una noche muy oscura de relámpagos y truenos», comienzo que parece exclusivo de la zona y que hemos anotado en Baños de Río Tobía, Torrecilla de Cameros y Anguiano.
Publicado en el libro de Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2009.