Título: La hermana cautiva VII |
Estaba una mora lavando al pie de una fuente fría,
pasó por allá un soldado que de la guerra venía.
–Retírate, mora linda, retírate, mora bella,
deja beber al caballo agua fría y cristalina.
Si quieres venirte, mora, a España te llevaría.
–¿Y la ropa que yo lavo adónde la metería?
–La de lana y la de holanda, en mi maleta metida
y la que no valga nada del río abajo se tira–.
La ha montado en su caballo y a la España la traía
y al llegar a la frontera la morita se reía.
–¿De qué te ríes, mora linda, de qué te ríes, mora bella?
–No me río del caballo, tampoco de quien lo guía,
que me río de la España, que es también la patria mía;
cuando yo era pequeña me recogieron los moros
y me han tenido encerrada como si fuera un tesoro.
–Madre, madre, abra ventanas, ventanas y galerías,
que por traer a una mora traigo a la hermana perdida.
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.