Título: La hermana cautiva |
La señora Narcisa de Viniegra de Arriba nos sorprendió cantando este romance con una tonadilla poco común pero muy apropiada para un romance tradicional y con un gusto interpretativo exquisito.
-Quítate de ahí, mora bella, quítate de ahí, mora linda
deja beber mi caballo de esa agua cristalina.
–No soy mora, caballero, que soy cristiana cautiva
me cautivaron los moros en los riscos de Melilla.
–¿Te quieres venir conmigo para mi caballeriza?
–¿Estos trapos que yo lavo dónde yo los dejaría?
–Los de seda y los de hilo en mi maleta metidos
y los que no valgan nada el río abajo los tiro–.
Y al llegar a la montaña la morita ya suspira.
–¿Por qué suspiras, mi alma por qué suspiras, mi vida?
–¡Qué tengo de suspirar! que es aquí donde venía
con mi hermano el aguileño y mi padre en compañía–.
–Ábreme la puerta, madre, ventanas y celosías
que aquí te traigo un tesoro que llorabas noche y día.
¡Válgame la Virgen pura la Virgen Santa María!
que aquí te traigo al tesoro que llorabas noche y día.
–Los moritos a mí, padre, todos mucho me querían
me tenían pa guardar los pavos y las gallinas
a los moritos yo, padre, una carta escribiría
diciéndoles que estoy bien y que estoy con mi familia–.
Publicado en el libro de Javier Asensio García, Romancero de la sierra riojana, edición del autor, Logroño, 1999.
También figura publicado en el libro de Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2009.