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Título: La desaparición de Arcefoncea |
La desaparición de un pueblo es motivo, con el paso del tiempo, de fabulaciones que rayan lo legendario. En cualquier caso siempre es interesante constatar qué se cuenta del antiguo poblamiento y las causas de su desaparición.
Ángel Casimiro de Govantes en su Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar del año 1851 da bastantes noticias sobre la historia de Foncea. El nombre lo relaciona con la mansión romana de Vendeleya que en la Edad Media debió sufrir los rigores de la peste y –cuenta–
- “es natural que los habitantes que habían sobrevivido procurasen acercar sus moradas al nacimiento de las fuentes al pie del monte, en donde cada uno arreglaría su vivienda en la forma que pudiese. Efectivamente, al pie de la montaña está una iglesia dedicada a San Miguel, patrón de la villa; esta iglesia se llama la Antigua, esto es, la antigua parroquia, la que hasta los años de 1810 conservó su torre de espadaña…” página 71.
Pero Flora y su marido Ricardo nos hablan de otro pueblo desaparecido llamado Arce o Arcefoncea, cercano al camino que conduce al actual cementerio, que en la época de Govantes aún se mantenía en pie aunque la iglesia había sido abandonada:
- «La iglesia parroquial, hoy abandonada viéndose obligados los vecinos de Arce a acudir a Foncea por los sacramentos, es antigua; por tradición se dice que fue de templarios.», página 73.
Las memorias de Flora y Ricardo dan detalles de la última casa que hubo en Arcefoncea y el aprovechamiento de sus tejas, de la devoción a su patrón y de la costumbre de llevar a la Virgen de la parroquia que Govantes da por abandonada una ofrenda de uvas.