Valentín, uno de los hombres «fuertes» que ha dado Cervera, se mostraba escéptico con cualquier tipo de superstición, especialmente con la antigua creencia en la existencia de brujas que, aparte de hacer el mal, también hacían bailar al que entraba en sus corros.

Preguntado por los ruidos que se oían por las noches en El Corralón de Cervera, Valentín nos respondió «¡Qué chorras va a haber brujas!». Los hacía uno al que le llamaban El Quemao con un embudo.
 
Publicado en:

• Javier Asensio García, Cuentos riojanos de tradición oral, Piedra de Rayo, Logroño, 2004.