Título: El yerno no quiere ir a labrar |
Un joven se casa y llega a un pacto con su suegro: Labrará la tierra cuando ésta se encuentre en tempero. Unos días porque está blanda y otros porque está dura, el yerno no se levanta ningún día de la cama para ir a labrar. El suegro, harto de las excusas del yerno, rehace el pacto:
No dejes de labrar,
ni de blando ni de duro,
si no quieres besar
a tu suegro el culo.
Pese a todo, el labrador vago prefería besarle el culo a su suegro a levantarse para ir a trabajar.