Era el soldadito valiente     que ha quintado en esta tierra
lleva cuatro mil soldaditos     debajo de su bandera
y en medio de los soldados     un soldado lleva pena.
–¿Por qué lleva pena el soldadito     por qué lleva tanta pena?
si llevas penas por tus padres     bien sabrás dónde los dejo.
–No llevo pena por mis padres     que debajo tierra quedan
la llevo por mi esposita     queda joven y doncella
el día que me quintaron     me di las manos con ella.
–Siete años te doy de libre     pa que te goces con ella
en pasando los siete años     volverás para tu bandera–.
Al revolver de una esquina     con un banzoné vino a dar.
–Tu esposita ya se ha muerto     yo fui al entierro de ella
entre duques y marqueses     iban más de mil
y de la otra memoría     no te lo puedo decir
llevaba mantilla de holanda     pañuelo de serafín
las trenzas de su pelo     las andas quieren cubrir.
–Sea muerta o sea viva     a su casa tengo ir.
–Baja a abrir, rosa temprana,     cortada del mes de abril.
–¡Cómo quieres que yo baje     carita de serafín
si los pies que yo bajaba     tronzados los traigo aquí
los brazos que te abrazaba     a la tierra se los di
los ojos que te miraba     en un pañuelo los cubrí!
¡Ay, amante, si te casas     cásate en Valladolid
allí están las chicas guapas     te pertenecen a ti!
La primer hija que tengas     ponla Rosa como a mí
pa cuando la llames a ella     te acuerdes siempre de mí.
¡Ay, amante de mi alma,     ya no puedo estar aquí!
que los campos de la gloria     están en busca de mí–.

Carmen Soto ha sido una de las mejores romancistas que ha habido en nuestra provincia. Esta versión de El Quintado y La aparición contiene viejas resonancias y bellas imágenes literarias.
 
Bibliografía:

• Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.