La tradición oral reserva para la sagrada familia una serie de milagros que no aparecen en los evangelios canónicos, incluso con detalles que no se cuentan en los evangelios apócrifos. Es el caso del milagro de las herraduras. Cuando San José, la Virgen y el Niño huían hacia Egipto decidieron herrar la burra con las herraduras puestas al revés, así los soldados de Herodes que los perseguían se confundirían de sentido. San José no tenía dinero para pagarle al herrador y como éste le reclamaba el pago, José le mandó a la burra que dejase caer las herraduras.