Título: El lobo cojo |
En Muro de Aguas se cuenta esta historia del lobo cojo como un hecho que ocurrió realmente aunque hace muchos años. Ya en el propio pueblo se pueden recoger versiones contradictorias, lo que hace pensar que pudo tratarse de una anécdota a la que se añadió algún motivo folklórico.
Esto se ve confirmado por una historia muy parecida que hemos escuchado en la comarca, concretamente en Igea, donde nos contaron las desventuras de otro lobo cojo en la cercana localidad soriana de Sarnago.
No terminan aquí los paralelismos. Azaña, pastor de Rabanera de Cameros que dejó sus memorias escritas, nos detalla una historia prácticamente idéntica. Véase Demetrio Pérez Laya, Memorias de un pastor riojano, Caja de Ahorros de La Rioja, Logroño, 1985, páginas 21 y 22:
Pues iban los pastores, los dueños, con el ganao, y venían a casa y decían:
–Padre que hoy se me ha llevao un cordero el lobo cojo.
–¡Serás tonto!, mañana voy a ir yo.
El padre lo trataba mal. Y va el padre al otro día y va el lobo cojo y le quitaba otro cordero, o sea que no les temían, porque entonces no había armas ni había nada. Y un día salió allí a la fuente, donde está la fuente, y allá arriba en el monte pues estaba el lobo y salía uno con las ovejas. Como estaba allí en la fuente le dijo:
–Baja, baja, que hoy no te tengo miedo.
El lobo bajó donde la fuente. Y había allí, donde la fuente, un señor que dice que vivía allí que era de estos de antes que hacían talegas, y vivía allí en la primera casa al entrar al pueblo y que le llamó:
–Tio Coto, tio Coto, que baja el lobo cojo.
Y ese hombre se bajó por allí por unos huertos con el palo con el que le daba a las talegas y se metió en una puerta que había para entrar a un huerto, que eran así como dos palos saltiaos y metió la cabeza allí (el lobo) y entonces no pudo pasar al otro lao y le dio en la cabeza con el palo y lo mató.