Título: El lagarto amigo al hombre |
Vieja creencia que va desapareciendo es la de creer que el lagarto es amigo del varón. Cierto es que los hombres del campo han convivido con estos animales y algunos ardachos -como se dice en el habla riojana- se han acercado al humano cuando han cogido confianza. También es cierto que en tiempos de necesidad los hombres han cazado y comido lagartos en el campo, nunca en casa pues la mujer siempre los ha aborrecido.
La misma creencia que nos cuenta Mari Lupi ya la recogieron Luis Vicente Elías y Carlos Muntión en sus trabajos de campo por tierras cameranas:
“También hemos oído hablar con respeto del lagarto ‘que es animal amigo del hombre, mientras la culebra lo es de la mujer, por eso, cuando un pastor está durmiendo y se le acerca una culebra, si hay un lagarto cerca se le subirá encima para avisarle. Leyenda semejante está recogida en Apellániz, Alava”.
(Luis Vicente Elías Pastor y Carlos Muntión Hernáez, Los Pastores de Cameros, Gobierno de La Rioja, Logroño, 1989, página 191)
También es conocida en otras zonas de España:
“Por toda España resulta muy difundida la creencia de que el lagarto es muy amigo del hombre, hasta el punto de que, por ejemplo, en Ventas con Peña Aguilera (Toledo) dicen que si una culebra va a morder a un hombre que esté dormido en el campo, siempre hay un lagarto que le despierta haciéndole cosquillas con el rabo en la boca o en la oreja”.
(José Antonio Sánchez Pérez, Supersticiones Españolas, Ed. Saeta, Madrid, 1948, página 170)