Título: El haya de los deseos |
A mitad del camino que sube de los corrales de Urre a la cueva-ermita donde vivió San Millán se encuentra el tronco, hoy quebrado, de una haya concesionaria de deseos. Las miles de piedras que han sido arrojadas por hombres, mujeres y niños al hueco del tronco no pudieron con ella, hasta que la edad del haya y los hielos de uno de los últimos inviernos la partieron definitivamente. Hoy queda el tocón junto al camino y un poco más abajo el tronco caído a punto de pudrirse.
Así como en la romería del segundo sábado de junio solo participan los hombres, en la de septiembre o de Acción de Gracias acuden en familia hombres y mujeres. Antiguamente las chicas casaderas tiraban tres piedras seguidas al hueco del haya y si metían las tres, estaban a punto de conseguir novio. Todavía hoy, y pese a que el haya se ha quebrado, vemos a los niños tirar las tres piedras mientras en silencio piden un deseo.