Título: El cura y la molinera |
Señores, voy a contar, señores, voy a contar la canción del entremés, la canción del entremés,
que le ocurre a un molinero por ser guapa su mujer.
–Marido, si me concedes un favor, te pediré,
el ir a servir al cura pa guisar y pa coser.
-No me importa que tú vayas si te da bien de comer-.
Entra el cura a la tahona le pregunta a la Isabel:
–¿En dónde está tu marido? -Mi marido ha ido al café-.
Se metieron en la cama, a la puerta llama Andrés.
–Señor cura, ¡mi marido!, ¿en dónde lo escondo a usted?
–Méteme en ese costal y arrimame a la pared–.
Entra Andrés y le pregunta, le pregunta a la Isabel:
–¿Qué tienes en el costal que no para de mover?
–Dos faneguitas de trigo que han traído para moler.
–Si mis ojos no lo han visto mis ojos lo van a ver–.
Al destapar el costal lo primero que se ve
es un bulto grande y negro con coronilla también,
como iba en calzoncillos no lo pillan a correr,
al otro día siguiente le pregunta la Isabel:
–¿Qué te dijo tu marido? –Que mañana vuelva usted–.
Y aquí termina la historia, la historia de la Isabel,
que le pasó a un molinero por ser guapa su mujer
Bibliografía:
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.