Título: El Conde Niño II |
El romance de El Conde Niño está presente en todas las comarcas de La Rioja, unas veces en sus versiones más simples, como esta de Samaniego; otras, como en el caso de El Villar de Poyales –puede verse en esta página– más completo porque al tema originario, de origen cortesano, se le han fundido otros romances. Marcelino y Fernandito son los nombres más comunes que tienen estos condes de corta edad en las versiones riojanas. Todas son cantadas y con gran profusión de melodías. Las propias informantes son consciente de estar cantando algo realmente antiguo.
Estaba don Fernandito a la orillita del mar
mientras los caballos beben entonó dulce cantar
la reina lo estaba oyendo desde su palacio real.
–Mira, hija, cómo canta la sirenita en la mar.
–No es la sirenita, madre, ni ningún otro animal
que es el hijo del rey conde que a mí me viene buscar.
–Si es el hijo del rey conde lo mandaremos matar.
–Si lo mandas matar, madre, a mí me han de degollar–.
A él, como hijo de conde, lo entierran a pie de altar
y ella, como hija de reina, dos pasitos más atrás.
En la tumba de la infanta ha nacido manantial
donde los tuertos y ciegos allí se van a curar.
Publicado en el libro de Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2009.