Título: El boticón de los moros y Zaragoza |
El valle del Alhama fue durante la Edad Media una comarca con población musulmana. Numerosa fue la presencia morisca hasta entrado el siglo XVII en el que se decretó su expulsión. El recuerdo de su presencia se ha ido diluyendo con el paso de los siglos pero ha quedado un vago recuerdo adherido a varias leyendas. Las abundantes viviendas en cuevas que hay en la comarca cerverana son atribuidas en la mayoría de los casos al “tiempo de los moros” y hay gran parte de verdad en esta afirmación. Seguidamente se refiere que los basales esculpidos en las rocas que aparecen en las cuevas son el lugar donde “los moros dejaban sus boticas”.
En el siglo XIX el cerverano Manuel Ibo Alfaro (1828-1885) escribió una novela titulada La bandera de la Virgen del Monte en el que al socaire de los recuerdos de la presencia musulmana en su localidad natal inventó una historia de amores imposibles entre una imaginaria princesa cerverana llamada Zara y su pretendiente cristiano Fortún.
El éxito de la novela entre la población cerverana fue tal que dio origen a una nueva tradicionalización, pues todo cerverano de bien conoce la historia de Fortún y Zara y la relatan como leyenda antigua.
Sin embargo, aún perdura entre la población el recuerdo de creencias anteriores, como el caso ya citado de las “boticas de los moros”, entremezcladas con las aventuras de Fortún y Zara que han dado lugar a una nueva leyenda, la del origen del nombre de Zaragoza.
Bibliografía:
José Manuel San Baldomero Úcar, La bandera de la Virgen del Monte de Cervera del Río Alhama. Visión romántica de Manuel Ibo Alfaro, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.