Título: Cencerros y zorrones en el carnaval de Camprovín |
Algunos vecinos de Camprovín mantienen en su recuerdo la sombra de un olvido, las viejas costumbres carnavaleras o precarnavaleras. El último día del mes de febrero, llamado en la localidad el día del ángel -nombre que no se ve correspondido en el santoral-, los pastores del pueblo tenían por costumbre bajar del monte haciendo sonar varios cencerros que llevaban atados a su espalda colgados de un cinturón. Llegaban hasta la plaza del pueblo y seguían con su cencerrada por todas las calles.
Se trata de uno de los anuncios del carnaval que tiene sus paralelos -como bien saben los informantes- en Navarra pero también en La Rioja pues en Clavijo, igualmente los pastores, la víspera de San Antón recorrían el pueblo tocando cencerros.
Ya entrados en el carnaval había una máscara que bien pudo llamarse el zorronero sin otro cometido que asustar a la gente y atizarla con el zorrón, un morral lleno de paja con el que repartía golpes –zorronazos– a diestro y siniestro.