Título: Cantos de boda II |
Otro de los buenos momentos para cantar eran las bodas. Los mozos iban a casa de los recién casados y tras dedicarles unos bonitos y halagadores versos, los novios o sus familias les bajaban el porrón y algo de comer, costumbre que ha estado extendida por toda La Rioja, especialmente en La Rioja Alta y el Alto Najerilla, y que se ha conocido con el nombre de rebollo o enhorabuena.
En Anguiano, según cuentan Lobarnio y su esposa, existía la costumbre de dar la cencerrada cuando un mozo se casaba con una viuda; la cencerrada duraba toda una semana. Esta costumbre parece que se llevó a cabo por última vez sobre 1930, Lobarnio tendría entonces unos diez años.
Lobarnio termina con una canción en la que se parodia la primera noche de bodas; esto parecía divertir mucho a los mozos en sus reuniones festivas.