Si yo supiera de cierto
que estabas al otro lado
no tendría inconveniente
en pasar el río a nado.

Quién ha visto la lucha
de la culebra
cuando se ve acosada
por la cigüeña.

Cómo le picotea,
cómo le segundea,
cómo le tiende el ala
a la culebra.

La sobrina del cura
si la conoces
no te cases con ella
que tira coces.

En toda la Demanda riojana y burgalesa, desde Brieva de Cameros hasta Valdepez, se conoce esta canción de la lucha de la cigüeña y la culebra como canto típico de esquileo. Era la preferida de la cuadrilla de esquiladores de Ventrosa de la Sierra que anduvieron por muchos pueblos de la comarca dándole a las tijeras, entre ellos Viniegra de Arriba donde pudimos recoger esta magnífica grabación en la que los cantadores recrean ese viejo estilo de canto serrano.

Marceliano Santa María. El esquileo. 1898. óleo sobre lienzo. Fondos artísticos de la Diputación Provincial de Burgos.

Este peculiar estilo ya fue descrito en el año 1931 por un colaborador de la revista El Najerilla, que se publicaba en Mansilla de la Sierra. Dice así el corresponsal en Ventrosa de la Sierra que firma como Villamaría:

«Todavía me suenan al oído los cánticos al compás de las tijeras y con un estilo propio de la idiosincrasia de los moradores de esa región que los ha dotado Dios de un temple de alegría sin igual sin importarles un pito la ambición por el vil metal, que ayer y hoy ha sido y será el que corrompe a la mayor parte de los seres humanos.»

(El Najerilla, abril de 1931, núm. 143, página 3).

La misma letra de la lucha de la culebra y la cigüeña está presente en otros lugares de España, lo que además de darnos noticias de su recorrido en la tradición oral, es un síntoma de su antigüedad. En la provincia de Zamora se entona como canto de arada, con una melodía lenta y cadenciosa, muy acorde con el lento caminar de los bueyes durante la labor.

La lucha de la cigüeña y la culebra era una escena a la vista de los hombres del campo porque, efectivamente, cuando se produce, la cigüeña “picotea, segundea y le tiende el ala” a la culebra. También está cargada de una simbología extendida por muchas culturas y que se refleja en varias creencias: La cigüeña, aliada de las criaturas infantiles, vence en lucha a la temida culebra, animal que es capaz, según cuentan las leyendas, hasta de robarle la leche a los niños mamando de los pechos de la madre dormida mientras tapa con la cola la boca del infante.

La canción puede escucharse en la cinta casete Música y cultura oral de Viniegra de Arriba, Tecnosaga S.A., Madrid, 1994, cara A, corte 1.
 
 

Si me quieres te quiero,
si me amas te amo,
si me olvidas te olvido,
a todo me hago.

Quién ha visto la lucha
de la culebra
cuando se ve acosada
por la cigüeña.

Cómo le picotea,
cómo le segundea,
cómo le tiende el ala
a la culebra.

Si supiera de cierto
que estabas al otro lado
corriendo
las cabras a nado.