Título: Briana y la sierpe |
Cipriana tiene una huerta toda de árboles cercada
en medio de la arboleda una fuente mana clara
con cuatro caños de oro y perlas sobredoradas
por el uno mana oro por el otro mana plata
por el otro perlas finas por el otro agua clara
donde se lava Cipriana todo su cuerpo se baña.
Un día estando bañándose una sombra se le para.
–¡Válgame Dios de los cielos y la Virgen Soberana!
o son estos mis pecados o a mí se me arranca el alma.
–No son estos tus pecados ni a ti se te arranca el alma
son las ausencias del rey que en busca de las tuyas anda.
Si quieres reina en Castilla o princesa en Alemania
o gozar los siete impleos los que la reina gozaba.
–No quiero reina en Castilla ni princesa en Alemania
ni gozar los siete impleos los que la reina gozaba
la honra de mi marido la tengo muy estimada–.
La reina que lo está oyendo de su asiento se levanta
mandó hacer una merienda que al fin ha de ser sonada
que acudan todos los condes y reyes de las comarcas.
–Todos tenéis buenas mujeres muy buenas y muy honradas
menos la del conde Leandro que con el rey se le anda
de día para el jardín de noche para la cama–.
Y al subir las escaleras se ha encontrado con Cipriana.
–¡Quítate de ahí, perra mora, quítate, perra malvada!
que te tengo de matar morirás descabezada.
–No me mates aquí, Leandro, déjame hablar dos palabras
con mi hija Isabel que ya las tengo pensadas–.
–Cuando veas mi cabeza en esa sala cortada
la pondrás cien alfileres los que mi cuerpo adornaban
se la llevarás al rey y le harás tres reverencias
la una por la mañanita la otra por la madrugada
la otra cuando estés comiendo sobre esta silla dorada–.
–Tenga, señor, esta ofrenda que mi madre me la manda
que para usted será alegre y para mí, triste, amarga–.
Cipriana murió a las doce la reina a la madrugada
corren voces en Madrid corren voces en Granada
que se ha casadito el rey con la hija de Cipriana
ya que no gozó del tronco quiso gozar de la rama.
Publicado en el libro de Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008. La versión puede escucharse en uno de los dos CD que acompañan al libro.