Título: Alivio para el dolor de dientes |
Los hombres de campo, sobre todo en tiempos de necesidad, cazaban muchos animales para alimentarse, animales que hoy consideramos repelentes como lagartos, culebras y topos. Esto formaba parte de la unión del hombre con la naturaleza y en ella encontraban no solo alimento sino también remedios a muchos males. Para el niño que lloraba cuando le salían los dientes de leche no había mejor chupete que le calmase el dolor -en palabras de Vicente Lasheras el doctor cabra– que la cabeza de un lagarto o ardacho en el habla riojana.