Título: Aguinaldos de Alfaro |
Ave María Purísma le pido a la providencia
y a los amos de esta casa les pedimos la licencia
y con su permiso vamos a cantar
cuatro cantarcitos a la Trinidad.
Esta noche nace el Niño en un establo de bestias
para humillar su poblado derramando sus pobrezas
y para pesebre cuatro tristes pajas
para calentarle aliento’e la vaca.
Y al grito de San José los pastores acudieron:
venid, pastores venid que ha acabado de nacer.
Ardía la zarza y no se quemaba
la Virgen María doncella y preñada
ardía la zarza y no se quemó
la Virgen María doncella y parió.
Por cantar estos cantares mil gracias le doy a Dios
y a los amos de esta casa mil gracias también les doy
entra mochilé apara el morral
que la colación nos la van a dar.
Los viejos aguinaldos tradicionales seguían ciertas pautas como el permiso o licencia que los cantadores pedían a los amos de la casa que visitaban. El viejo vocabulario utilizado en este aguinaldo nos trae recuerdos de la antigüedad de la canción: «entra mochilé, apara el morral, que la colación nos la van a dar». Los motivos que aparecen en el texto son también antiguos y tradicionales, como ese milagro apócrifo que cuenta que una zarza ardía mientras la Virgen daba a luz, recuerdos de la zarza que Moisés vio quemarse durante el éxodo del pueblo judío.
Pilar Llorente Rubio aprendió de su padre este viejo aguinaldo alfareño, en el ambiente familiar de su casa, donde lo cantaban en Nochebuena acompañándose con pucheros y peroles.
Puede escucharse en el CD La Navidad riojana, col. Música y cultura oral de La Rioja, vol 2, Piedra de Rayo, Logroño, 2005. CD que acompaña al libro siguiente:
Bibliografía:
- Javier Asensio García y Helena Ortiz Viana, La Navidad riojana, Piedra de Rayo, Logroño, 2005.