Riojarchivo

 

Título: La mala suegra III
Clasificación: Romancero
Localidad: Foncea
Informante: Flora Martínez Orive (17-12-1934)
Recopiladores: Javier Asensio García y Helena Ortiz Viana
Lugar y fecha de recogida: Foncea, 17 de julio de 2015
Catalogación: IGRH 0153

 

–¡Válgame Dios de los cielos     y la Santa Trinidad!
quién estaría esta noche     con mis padres a cenar
y en los brazos de mi madre     estos dolores pasar.
–Si te quieres ir, Narbola,     ya te puedes caminar
que cuando venga don Buezo     yo le daré de cenar
cebada para el caballo     paja para el gavilán–.
Narbola por una puerta     don Buezo por otra entrar
no pregunta por la cena     ni tampoco por cenar
pregunta por su esposita     su esposita dónde está.
–Por allá abajo se te anda     como mujer de un galán
te anda maldiciendo el vino     te anda maldiciendo el pan.
–Si me lo dice de chanzas     sáqueme usted de cenar
si me lo dice de veras     sáqueme usted el puñal.
–No te lo digo de chanzas     te lo digo de verdad
y si esto fuese mentira     vuélvame un terrón de sal–.
–Levántate de ahí, Narbola,     si te quieres levantar
si te lo digo otra vez     ha de ser con el puñal–.
Las damas que la vestían     no cesaban de llorar
las damas que la calzaban     de llorar y suspirar.
–Las hijas de los pastores     ocho días suelen estar
y yo, como hija de rey,     a la hora a caminar.
–Padre, si es usted mi padre,     cómo me deja marchar.
–Hija, lo hace tu marido     no se le puede privar–.
La ha montado en su caballo     ha empezado a caminar
y en medio del caminito     se vuelve a mirar atrás.
–O miras al rey tu padre     o te dejas algo atrás.
–No miro al rey mi padre     ni me dejo nada atrás
las ancas de tu caballo     bañadas en sangre van–.
Ya llegó a un monte cerrado     donde la quiso matar.
–No me mates aquí, Buezo,     ………………………….
llévame a esa ermita     que me quiero confesar–.
Los frailes están durmiendo     las monjas a confesar
ha dado las siete vueltas     no encontró por dónde entrar
ha dado las ocho vueltas     y el niño ha empezado a hablar:
–La madre de la mi madre     para los cielos se va
la madre de mi padre     pa los infiernos se irá
y si usted mata a mi madre     lo mismo le pasará–.
–Las suegras y las nueras     nunca se pueden ver bien
por fiarme de mi madre     no tengo hijo ni mujer–.

Bibliografía:

  • Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.