Título: Marinero al agua II |
El día de la Ascensión cayó un marinero al agua
daba voces, daba voces, daba voces que se ahogaba.
Pasó por allá un soldado y le dijo estas palabras:
–¿Cuánto me das, marinero, si yo te saco del agua?
–Yo te doy mis tres navíos cargaditos de oro y plata.
–Yo no quiero tus navíos ni tu oro ni tu plata
que quiero cuando te mueras que a mí me entregues tu alma.
–L’alma se la debo a Dios y a la Virgen Soberana
el pellejo a un sotanero para que haga una sotana
los huesos a un campanero para que haga una campana
para que toquen a misa los viernes por las mañanas–.
Publicado en el libro de Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2008.