Riojarchivo

 

Título: La hierba del amor
Clasificación: Supersticiones
Localidad: Ribafrecha
Informantes: Felisa Sáez Caro, La Borda, (7-1-1901) y su hija Mari Luz Ortega Sáez (18-12-1923)
Recopiladores: Javier Asensio García y Francisco Orío Ortega
Lugar y fecha de recopilación: Logroño, 10 de marzo de 2000

 
En la sociedad tradicional las mozas casaderas siempre han expresado sus temores y deseos ante la posibilidad de no encontrar un buen novio para casarse. Han rezado a San Antonio, han pisado ladrillos casaderos, han consultado a las hojas de las chiribitas con el ¿me quiere, no me quiere?

Cerca de Ribafrecha, hacia los montes de Clavijo, crece una planta a la que llaman hierba del amor la cual provoca erupciones en la piel. Las chicas la cortaban y  la colocaban en su brazo, cerca de la muñeca, generalmente les aparecía un pequeño rosetón, una suave corona que indicaba que el novio estaba por llegar o, en caso de tenerlo, que podían estar seguras que éste las quería. Pero si en lugar de la corona aparecía una ampolla que escocía la piel era señal inequívoca de que ningún mozo las quería. Una formulilla infantil a modo de sortilegio recitaban las chavalas:

Pensando que me querías
me eché la hierba del amor
pero como no me quieres
me ha salido un ampollón.

La hierba del amor es la Anémona palmata L., conocida en otros lugares como hierba centella; toda la planta contiene alcaloides tóxicos que son los que producen en la piel esas coronas y ampollas.

anemone-palmata

                                                                                             Hierba del amor