Riojarchivo

 

Título: El cerro de las once en Panzares
Clasificación: Costumbres
Localidad: Panzares
Informante: Juan Ramírez Martínez (16-6-1930)
Recopilador: Javier Asensio García
Lugar y fecha de grabación: Panzares, 21 de julio de 2012

 
Frente a Panzares, al otro lado del río Iregua, hay un cerro al que llaman El cerro de las once porque a esa hora el sol, en su transcurrir diario, le da de lleno. En los días soleados, los habitantes de este pueblo no necesitan reloj, les basta con mirar al cerro para saber qué hora es según el juego de luces y sombras. Después de pasar toda la mañana en la huerta, Juan mira hacia el cerro y sabe cuándo tiene que volver a casa, antes de que se le quede fría la comida que Lidia, su mujer, le tiene puesta sobre la mesa.

Ocurre exactamente lo mismo en otra localidad riojana, Tobía, donde está El roble de las once. Los pueblos de La Rioja Alta que tienen en su horizonte norteño a las sierras de Cantabria ven en los contrastes de luces y sombras de sus peñas un reloj que les indica las distintas horas del día, como en el caso de La Artesilla y El Cazador que vemos en otro artículo de esta página.