Título: La doncella guerrera II |
Del viejo romance de La doncella guerrera aparecen versiones arcaizantes como la recogida en Muro de Aguas e incluida en esta misma página; estas versiones, repletas de detalles y un tipo de lenguaje antiguo son más escasas que otras más modernas que aparecen en toda España y cuyo comienzo suele ser el de “En Sevilla a un sevillano la desgracia le dio Dios”. Estas versiones vulgatas tienen una melodía inconfundible y repetida en uno y otro lugar. Se les llama así porque suelen ser versiones modernas que se impusieron a las antiguas y como si de una moda se tratara apenas hay variabilidad literaria y musical en ellas.
Sin embargo, estas versiones vulgatas también están expuestas a procesos de apertura. A ésta se le han añadido una buena tirada de versos con detalles del cancionero de la guerra de África:
En Sevilla a un sevillano siete hijas le dio Dios
pero tuvo la desgracia que ninguna fue varón.
Una de ellas, la más nueva, una idea que le dio
de ir a servir al rey vestidita de varón.
–No vayas, hija, no vayas que te van a conocer
que llevas el pelo largo y dirán que eres mujer.
–El pelo yo me lo corto si no me lo corta usted
que con el pelo cortado un varón pareceré–.
El primer día de enero ella se ha echado al cuartel
y ha aprendido la instrucción sin saber que era mujer.
Pronto la hicieron a cabo al medio año de servicio
por el corazón que tenía en defensa de sus hijos.
Un día estando de guardia en una cábila moruna
ella con cuatro soldados defendían la colina.
Eran las dos de la mañana cuando sentían el fuego
y ella en la colina hacía guerra a ellos (¿).
Ella se resistió hasta el amanecer del alba
cuando un ¿? de moros ella quería coparla.
El moro ha luchado cuerpo a cuerpo ella con cuatro soldados
el uno fue herido y al otro despedazaron.
¡Pero qué sangre tendrían en esa tierra moruna!,
ella con sus soldados defendiendo la colina.
Llegó la lucha cuerpo a cuerpo con machete o con fusil
hasta que no acabó con todos no acabó con el frente (¿?).
El día cuatro de abril qué día tan memorable
que una bala de fusil a su pierna vino a darle.
¡Pero qué suerte, señores, ha tenido esta chiquilla
ha sido en la flor del cuerpo y pequeña la herida!
El general que iba con ella de ella se enamoró
pidió permiso a sus padres y con ella se casó.
Bibliografía:
- Bonifacio Gil García, Cancionero Popular de La Rioja, edición del C.S.I.C. y de la CCAA de La Rioja. Barcelona. 1987.
- Javier Asensio García, Romancero general de La Rioja, Piedra de Rayo, Logroño, 2009.