Título: Las mayas de Neila y el baile de El Villano |
El Villano de Neila interpretado por las mayas del pueblo es una valiosa reliquia etnomusical. La costumbre de nombrar una o varias reinas infantiles del mes de mayo a las que adornar y honrar ya viene citada de paso en la Crónica Albeldense del siglo IX: «Qui in saltatione femineum habitum gestiunt, et monstruone se fingunt et majas er arcum er palam er his similia exercent, I ann. penit.»
En el libro de Aleixandre (siglo XIII) las mayas cantaban el esplendor de la primavera:
Sedie el mes de mayo coronado de flores
afeitando los campos de diversas colores
organeando las mayas e cantando de amores.
El padre Anguiano (principios del siglo XVIII) nos cuenta que la costumbre de la maya consistía en «poner a las puertas una doncellita ricamente vestida, «a quien muchas adoran y como a reina obedecen».
Los saltos de las bailarinas de El Villano de Neila nos recuerdan las «zapatetas y cabriolas» de este viejo baile descrito por varios autores del siglo XVII como Rodrigo Caro o Juan de Esquivel Navarro.
El recuerdo más lejano que se tiene en Neila nos habla de niñas de seis o siete años, dos por cada uno de los tres barrios, que se juntaban para bailar alrededor del árbol mayo. Las seis mayas -como se llamaban a estas bailarinas infantiles- lucían con donaire el mayor número de cintas de seda posible -algunas hasta sesenta-, cintas que habían recogido por las distintas casas del pueblo. Las niñas trataban de lucirse cuando al estribillo de -Vitores mayo- saltaban con garbo para que las cintas voleasen al aire.
La ejecución de este baile a primeros de mayo coincidía con el regreso de los pastores trashumantes, de lo que hay varias menciones en su letra:
Las señoras mayas que hagan corrillo
pa que salga la gala que ya ha salido.
Al villano, al villano, ay noja, ay noja
pasará mi morena por Zaragoza
arriba, resalada, por Zaragoza.
Vitore al mayo vitore al mayo
hacia la puerta y calle de don Fernando.
Vitore a prisa vitore a prisa
hacia la puerta y calle de doña Luisa.
Ya vienen los pastores ya viene el rumbo
ya viene la alegría por todo el mundo.
Ya vienen los pastores no viene el mío
alguna picarona lo ha entretenido.
Cuando el señor alcalde coge la vara
parecen clavelinas recién cortadas.
Dicen que los pastores no saben bailar,
al redor del caldero buenas vueltas dan.
Ahora que me decías que ibas a venir
a primeros de mayo y a últimos de abril.
Ya marchan los pastores ya marcha el día
ya se va aquel zagal que me quería.