Riojarchivo

 

Título: El sillete de la reina
Clasificación: Cancionero
Localidad: Arnedo
Informante: Luz Divina Ruiz Ezquerro (9-9-1948)
Recopilador: Javier Asensio García
Lugar y fecha de recogida: Calahorra, 12 de enero de 2003

 

Al sillete de la reina
que nunca se peina,
si se peinaría
los peines rompería.

Se trata de una canción infantil y femenina en apariencia intrascendente. Pero esa canción y ese sillete hecho con las muñecas de las manos cerradas que columpiaba a una niña reina tiene un gran recorrido histórico. Ocurre que el folklore infantil a veces mantiene reliquias de costumbres antiguas como en este caso la de nombrar a una niña como reina infantil del mes de mayo a la que las demás compañeras la honraban como reina, la elevaban sobre una silla, la adornaban con flores de la hermosa estación del amor y la paseaban por el pueblo cantando bellas canciones. Eran las mayas mencionadas con profusión en la documentación medieval española y europea. Pero el siglo XVIII con sus aires ilustrados contempló el declive de esta costumbre, no porque las niñas dejaran de practicarla sino porque los reyes y defensores de la Ilustración la vieron con malos ojos, tanto que Carlos IV prohibió las postulaciones de las mayas, con lo que esta fiesta desapareció prácticamente de nuestro país: «ninguna persona, sea del estado que fuese, se presente ni vista de maya, ni ande con platillos pidiendo, ni los padres u otras personas permitan que sus hijas usen de tales trajes, que tampoco formen altares en las calles, en los portales ni otros sitios profanos, pues con semejante pretexto se molesta a las gentes con petitorios y demandas.»

Los reinados de Carlos III y Carlos IV durante los años finales del siglo XVIII supusieron un avance modernizador y reformista del país pero fueron fatales para las inocentes costumbres populares. Danzas, gigantes, cabezudos y mayas formaban parte del costumbrismo festivo. Todo ello fue prohibido y el pueblo se vio obligado a cumplir las reales órdenes aunque lo hiciera a regañadientes, más tarde llegaron las dos invasiones francesas y la cruelísima guerra de la Independencia que dejaron el tejido económico pero también el social y el cultural de nuestro país muy malherido. Algunos pueblos mantuvieron, pese a todo y alejados de la vista de los gobernantes, sus costumbres. En Arizcun (Navarra) hasta el siglo XX nombraban una reina maya y la paseaban en una silla por el pueblo.

Fray Matheo de Anguiano conoció la costumbre en su Rioja natal a principios del siglo XVIII:

«Ni es para omitida entre los Sabios de la Antigüedad, la celebrada Maya, hermana de Roma, primera fundadora de la gran Ciudad de su nombre…, por cuya causa los Españoles dieron su apellido al mes de Mayo, honrándola como a Oráculo, e instituyendo en honor suyo, lo que hasta oy se practica en esse mes, de poner a las puertas una doncellita ricamente vestida, a quien muchas adoran y como a reyna obedecen.»

La costumbre sigue vigente en la localidad madrileña de Colmenar Viejo pese a las prohibiciones y turbulencias de los últimos doscientos cincuenta años. La canción del sillete de la reina está extendida por toda España e Hispanoamérica y es un recuerdo de la antigua fiesta de las mayas.
 

El sillete de la reina, Quito (Ecuador), imagen de Actividades Cooperativas @actividadescooperativas355 bajo licencia de Creative Commons.
Referencias:
  • Fray Matheo de Anguiano, Compendio historial de la provincia de la Rioja, Madrid, 1704, edición facsímil de la Consejería de Ed. Cultura y Deportes de la C.A.R., Logroño, 1985, página 16.
  • Julio Caro Baroja, La Estación de Amor. Fiestas populares de mayo a San Juan, Taurus, Madrid, 1979.