Título: Rin, ron, de quiquiricón |
Rin, ron,
de quiquiricón,
vacas vienen encerradas
menos la de mi señor,
mi señor está malito
y le van a dar la unción,
cucurucú
que la escondas tú.
–Saca esa manita.
–Que se la ha comido la ratita.
–Algo te habrá dejao.
–El huesito pelao pelao–.
Carne, carne, carne,
aquí hay carne.
Este juego es equivalente al que en otros lugares comienza con Pin, pin, zurramacatín. Al sonsonete del Rin, ron, de quiquiricón, el mayor iba repartiendo pellizcos en los dedos de los niños hasta el instante en que decía «que la escondas tú»; en ese momento el niño retiraba la mano hacia atrás y sus cinco dedos dejaban de jugar en el siguiente reparto de pellizcos, hasta que era requerida de nuevo con el «Saca esa manita» y la reincorporaba al juego mientras los demás le pellizcaban.
Bibliografía:
- Ana Pelegrín, Repertorio de antiguos juegos infantiles, CSIC, Madrid, 1998.