Ya llevamos publicadas cuatro versiones de este cuento en la página de riojarchivo. En este caso no se trata de un pobre quien no entrega los presentes de la matanza sino del cura de un pueblo que podría ser Villarroya o cualquier otro. Hartos los vecinos de entregar al sacerdote un presente del cerdo todos los años sin contrapartida, en una ocasión decidieron no llevarle ninguno. Al año siguiente don Modesto, que así se llamaba el cura, hizo matanza y salió con un cesto lleno de morcillas para obsequiar a los vecinos, pero en cada puerta preguntaba:

–¿Dio usted morcilla a Modesto?
A lo que todos iban respondiéndole:
–No.
–¡Pues morcilla que vuelve al cesto!

A la definitiva regresó a casa con todas las morcillas.

Este cuento parece muy circunscrito a La Rioja donde ha debido gozar de una larga tradición. Lógicamente tiene que ser conocido al menos en Navarra, aunque no nos consta su aparición en ninguna localidad.

Bibliografía:

• Javier Asensio García, Cuentos riojanos de tradición oral, Piedra de Rayo, Logroño, 2004.