Título: Mandamientos del amor VIII |
Los diez mandamientos santos vengo a cantarte, paloma,
para que nunca me olvides, me lleves en la memoria.
En el primer mandamiento me manda Dios el amar,
te llevo en el pensamiento y no te puedo olvidar.
El segundo es no jurar, toda mi vida he jurado
el no apartarme de ti, tenerte siempre a mi lado.
El tercero es oír misa, nunca estoy con devoción
porque estabas tú delante, prenda de mi corazón.
El cuarto honrar padre y madre, el respeto les perdí,
el respeto y el cariño, todo te lo debo a ti.
El quinto es no matar, a nadie he matado yo,
señores, yo soy el muerto y ella la que me mató.
Niñas que al balcón saléis, meter las faldas adentro
hacéis pecar a los hombres en el sexto mandamiento.
El séptimo es no robar, no he robado nada a nadie,
pero robaré una niña si no me la dan sus padres.
Octavo, no levantar falso testimonio a nadie
pero a mí me la levanta la hija’el señor alcalde.
Noveno, no desear la mujer de tu vecino
como yo a ti te deseo para casarme contigo.
Decimo, no codiciar de tu vecino los bienes,
no hay bienes en este mundo, niña, como tus quereres.
Y estos diez mandamientos los reducimos en dos,
en quererte y tú me quieras y nos queramos los dos,
juntos vamos a la iglesia y allí casarnos los dos
y cumplir los mandamientos que manda la ley de Dios.
Las sociedades de mozos de las sierras riojanas tenían muy protocolizadas sus actividades festivas: la elección de un alcalde de mozos que ponía orden interno; la contratación de los gaiteros, su alojamiento y manutención; el orden en el baile; las comidas festivas; los días y las horas que podían salir a rondar a las mozas y qué repertorio se les cantaba. Gracias a la fuerza de la costumbre se ha conservado un cancionero más antiguo que en los pueblos del valle del Ebro donde no existían las sociedades de mozos y las fiestas las organizaba el Ayuntamiento a través de las comisiones de fiestas y las concejalías. Estos Mandamientos del amor llevan siglos presentes en la lírica popular y en La Rioja se cantan en la zona montañosa.